Ninjas y Samurais

Los Ninjas se especializaban en las artes oscuras, enganiosas. No había nada honorable en el arduo entrenamiento de quienes decidían serlo, ni orgullo de por medio. 
Eran mercenarios. Vendían sus habilidades al mejor postor. No tenían voz, ni opinión. Eran sirvientes ágiles, talentosos... pero sirvientes. Sus victorias no podían ser celebradas porque 
nadie más que ellos las veían. Siempre entre las sombras. Eran espías, escurridizos, sigilosos. Esperando aquel momento de debilidad en el oponente, que representara para ellos una ventaja, sin importar lo injusto de este acto. No existe en estos una devoción noble, por la cual asesinar.

Los Samurais, por el contrario, eran entrenados siguiendo el  código del bushido (el camino del guerrero). Guerreros de luz, justos, honestos, honorables. Blandían y sujetaban su katana con dos manos: una la de la justicia y otra la del honor. No 
había oscuridad en estos personajes. Siempre dispuestos al bien, a establecer el orden. Insaciables en la búsqueda de la verdad. Alguna vez confundidos por tanta maldad, pero nunca seducidos. El Samurai ha sabido rechazar ofertas cuantiosas a cambio de valiosa información. Este a su vez hizo sentir 
el metal helado de su espada a quien osó aumentar la oferta del soborno; el guerrero sabe que todos tenemos un precio. Fiel, leal a sus convicciones, la fuerza de su enfoque y habilidad no proviene de lo material, sino de su corazón...


...entonces todos los días estamos en contacto con Ninjas y Samurais?