No sé si te ha ocurrido o tal vez te ha pasado por la cabeza pensar que, en ocasiones las personas podrían sentir que por lo que dices o lo que haces, de alguna forma se creen más que tú, like for some sick reason they feel like they OWN YOU.
Podría estar navegando en aguas peligrosas, pero les aseguro que no son desconocidas, ni para mi ni para mucha gente. También podría afirmar que un gran porciento de nosotros, alguna vez, nos hemos sentido así. De cualquier forma, en cualquier circunstancia, en cualquier momento... sé tú quien elija el escenario.
Creo FIELMENTE que el mundo funciona en base a un flujo de energía. Se da, se toma, se obsequia y se gana. Esa "energía" a la que me refiero es nuestra escencia, es lo que somos, es lo que nos hace ser, y la forma en que administramos esa energía podría definirla como la personalidad de cada cual. Qué tanto uno da y qué tanto uno toma.
Hablo de administración porque pienso que uno de nuestros retos, como seres iluminados, es estar claros en los porqués de nuestra energía; cuándo la cedemos/otorgamos, dónde, por qué, a quién, cómo, hasta cuándo, y demás preguntas...
Creo que el "key" del asunto reside en dominar estos aspectos. No es tan fácil como parece. A todos no se trata igual, no todas las situaciones son las mismas, y uno nunca reaccional igual. La forma en que se desprende energía o en la que se recibe tal vez sea favorable... tal vez no. Este es el "key" del asunto: saber cómo manejar este flujo de energía.
Determinar quién es favorable, quién no.- (No lo digo en forma pellorativa, pero es indiscutible que hay energías que no son beneficiosas, que no aportan, sino que deterioran). Cuando se cede la energía personal, por error, desliz o a conciencia, pues de alguna forma, alguien recibe esta energía, alguien la posee y la retiene. Es como si ese receptor obtuviera una parte de ti. Sería como abrir más brechas a la vulnerabilidad personal. Si se ha cedido energía, se da el chance de a un receptor de que conozca una parte de ese emisor. A veces de forma indeseada, a veces totalmente consciente.
Todo está en como administramos nuestra energía.
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