Olvídate de lo que ves, de lo que te dicen, de lo que haz llegado a creer
basado en previas experiencias o antiguas cicatrices... y enfócate.
De verdad enfócate.
Cuando todo esté calmo, las aguas apacibles, las nebulosas dispersas
y tu espíritu tranquilo...
En ese momento ¿qué sientes?